La población de nuestro planeta, y por supuesto de Europa, se explica a través de las migraciones, a veces masivas y en otras ocasiones a modo de goteo. La difusión de ideas, creencias, revoluciones o grandes descubrimientos viajaban con esas personas que buscaban en otro lugar distinto en el que habían nacido un sitio donde poder dejar la semilla que diese lugar al desarrollo. En otras ocasiones simplemente huían, bien de otros humanos, bien de un territorio demasiado agresivo o por haber agotado todo aquello que le ofrecía el sitio donde vivía.
Los estudios de ADN y su proyección en los esqueletos encontrados en una excavación sueca han revelado una de esas migraciones, nada menos que de hace 7000 años de antigüedad. El estudio se llevaba a cabo sobre unos cadáveres encontrados en un poblado que vivía de la explotación agrícola. Los resultados han revelado la procedencia de la población escandinava en esta zona, concretamente de la zona mediterránea. Esto además ha sido contrastado con la especialización económica de los escandinavos, que se dedicaban esencialmente a la caza y pesca para conseguir su sustento. ¿Llevaron a caso estos inmigrantes la agricultura al norte de Europa? Sin duda una oportunidad única para invitar a la reflexión, sobre el valor que tienen las corrientes migratorias en Europa. Esperemos que no tengamos que dejar pasar 5000 años para poder encontrar sentido a lo que sucede hoy día.
FUENTE: SciencieNews
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